Los meses pasan y aunque no te hayas dado cuenta… ¡Ya casi estás de 40 semanas! Al cumplir las 38 semanas, tu bebé puede nacer en cualquier momento. Por eso, se recomienda tener preparada la bolsa de maternidad para salir corriendo cuando llegue la hora. Y, hacerlo, no solo te va a hacer una tremenda ilusión, te va a hacer sentir mucho más relajada.
Sin embargo, pueden surgirte un millón de dudas: ¿Me llevo camisón? ¿Accesorios de higiene? ¿Qué me llevo exactamente?
¡Que no cunda el pánico! Tu médico o ginecólogo te habrá dado una lista con lo necesario, pero para que no se te olvide nada, te vamos a contar qué llevar en la bolsa de maternidad para que te concentres en lo importante: relajarte y estar preparada para el gran milagro de tu vida.
#1. Documentación
Imprescindible. Cuando entres al hospital, ya sea público o privado, lo primero que te van a pedir es la tarjeta de la seguridad social, tu DNI o la tarjeta de tu seguro en caso de ser un hospital privado.
Es relevante que lo dejes todo preparado en una carpeta y lo metas en alguno de los bolsillos que tiene la bolsa de maternidad. De esta manera podrás cogerlo de manera rápida y no andar buscando por su interior.
#2. Camisones
Esto puede no ser necesario, pero conviene llevar alguno por si acaso. En los hospitales públicos serán ellos mismos quienes te presten un camisón. Sin embargo, en momentos como este es necesario sentirse cómodo; y nada mejor que llevar tu propia ropa para ello.
Eso sí, asegúrate de que sea una bata cómoda, que sea fácil de quitar y te permita dar el pecho a tu bebé si vas a optar por la lactancia materna. Normalmente, el camisón se va a manchar en más de una ocasión. Así que puedes llevarte un par de ellos.
#3. Zapatillas
Otro imprescindible. Que llegues al hospital no siempre significa que tu bebé vaya a nacer en ese momento.
De hecho, lo normal es que si no has dilatado lo suficiente, pases muchas horas andando de un lugar a otro o usando una de las pelotas de pilates que facilitan la dilatación.
Para todo eso, vas a necesitar unas zapatillas cómodas. Te recomendamos usar unas abiertas para que puedas ponértelas y quitártelas fácilmente.
#4. Una bata
Si tienes previsto dar a luz en invierno, una bata puede ser un elemento necesario para tus viajes al servicio o, simplemente, para sentirte más arropada y cómoda. Aunque los hospitales cuentan con calefacción, la calidad de tu propia bata no se puede equiparar a ningún radiador.
#5. Ropa interior
En caso de que vayas a dar el pecho, conviene que compres un sujetador especial para lactancia. Recuerda que cuando amamantas, tus pechos van a hincharse, por lo que se recomienda coger al menos una o dos tallas más a las que sueles utilizar normalmente.
No lleves lencería fina al hospital. Cuando das a luz, en el caso de que sea un parto vaginal, lo normal es que sangres unos días. En el mercado actual puedes encontrar braguitas de papel desechables, que, además de cómodas, son muy prácticas.
En caso de que te hayan practicado una cesárea, es importante que la costura no coincida con la herida.
#6. Compresas
Como te hemos comentado, los primeros días tras el parto puedes sangrar (y mucho). Por eso, existen compresas especiales para el postparto que están diseñadas para absorber una gran cantidad de flujo.
Normalmente, son compresas que te darán en el hospital, pero nunca está de más llevar algún paquete extra.
#7. Bolsa de aseo
Hay hospitales que pueden darte todo lo necesario para tu aseo (especialmente en los privados). En cualquier caso, te recomendamos llevarte los tuyos para sentirte más cómoda. En esta bolsa puedes incluir:
- Champú.
- Gel.
- Cepillo y crema de dientes.
- Bálsamo labial.
- Desodorante.
- Cepillos.
- Y si eres muy coqueta ¡Un poquito de colorete!
#8. Ropa holgada
Cuando salgas del hospital vas a salir con bastante barriga menos de la que has entrado. Por eso asegúrate de meter ropa cómoda y que sea una o dos tallas menos. (Todo depende de la barriguita que te quede)
Lo importante en cualquier caso es que sea ropa holgada y muy cómoda.
#9. Discos de lactancia
Si vas a darle el pecho a tu bebé, es posible que tengas esa “primera subida de leche” los primeros días, en los que comprobarás como tus pechos se hinchan y van soltando pequeñas o grandes gotas de leche. Para eso, puedes usar discos de lactancia con los que no manchar el sujetador o camisón.
También te recomendamos utilizar vaselina especial para los pezones. Los primeros días de lactancia, por lo general, son duros, y este tipo de cremas te aportará alivio.
¡Queda poco para ese gran momento! ¡Tranquila!
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